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miércoles, 2 de diciembre de 2009

POR EL PLACER DE LA LECTURA

El otro día me llegó esta carta escrita por Sampedro en su momento contra la SGAE y su idea de cobrar en las bibliotecas. Nunca dejo pasar un momento para poner algo escrito por este gran hombre.

POR EL PLACER DE LA LECTURA:

Escrito y firmado por José Luis Sampedro, escritor.

Cuando yo era un muchacho, en la España de 1931, vivía en Aranjuez un Maestro Nacional llamado D. Justo G. Escudero Lezamit. A punto de jubilarse, acudía a la escuela incluso los sábados por la mañana aunque no tenía clases porque allí, en un despachito que le habían cedido, atendía su biblioteca circulante. Era suya porque la había creado él solo, con libros donados por amigos, instituciones y padres de alumnos. Sus 'clientes' éramos jóvenes y adultos, hombres y mujeres a quienes sólo cobraba cincuenta céntimos al mes por prestar a cada cual un libro a la semana. Allí descubrí a Dickens y a Baroja, leí a Salgari y a Karl May.

Muchos años después hice una visita a un bibliotequita de un pueblo madrileño. No parecía haber sido muy frecuentada, pero se había hecho cargo recientemente una joven titulada quien había ideado crear un rincón exclusivo para los niños con un trozo de moqueta para sentarlos.
Al principio las madres acogieron la idea con simpatía porque les servía de guardería. Tras recoger a sus hijos en el colegio los dejaban allí un rato mientras terminaban de hacer sus compras, pero cuando regresaban a por ellos, no era raro que los niños, intrigados por el final, pidieran quedarse un ratito más hasta terminar el cuento que estaban leyendo. Durante la espera, las madres curioseaban, cogían algún libro, lo hojeaban y a veces también ellas quedaban prendadas. Tiempo después me enteré de que la experiencia había dado sus frutos: algunas lectoras eran mujeres que nunca habían leído antes de que una simple moqueta en manos de una joven bibliotecaria les descubriera otros mundos. Y aún más años después descubrí otro prodigio en un gran hospital de Valencia. La biblioteca de atención al paciente, con la que mitigan las largas esperas y angustias tanto de familiares como de los propios enfermos, fue creada por iniciativa y voluntarismo de una empleada. Con un carrito del supermercado cargado de libros donados, paseándose por las distintas plantas, con largas peregrinaciones y luchas con la administración intentando convencer a burócratas y médicos no siempre abiertos a otras consideraciones, de que el conocimiento y el placer que proporciona la lectura puede contribuir a la curación, al cabo de los años ha logrado dotar al hospital y sus usuarios de una biblioteca con un servicio de préstamos y unas actividades que le han valido, además del prestigio y admiración de cuantos hemos pasado por ahí, un premio del gremio de libreros en reconocimiento a su labor en favor del libro.

Evoco ahora estos tres de entre los muchos ejemplos de tesón bibliotecario, al enterarme de que resurge la amenaza del préstamo de pago. Se pretende obligar a las bibliotecas a pagar 20 céntimos por cada libro prestado en concepto de canon para resarcir -eso dicen- a los autores del desgaste del préstamo. Me quedo confuso y no entiendo nada. En la vida corriente el que paga una suma es porque:

a) obtiene algo a cambio.

b) es objeto de una sanción.

Y yo me pregunto: ¿qué obtiene una biblioteca pública, una vez pagada la adquisición del libro para prestarlo? ¿O es que debe ser multada por cumplir con su misión, que es precisamente ésa, la de prestar libros y fomentar la lectura?

Por otro lado, ¿qué se les desgasta a los autores en la operación?. ¿Acaso dejaron de cobrar por el libro?. ¿Se les leerá menos por ser lecturas prestadas? ¿Venderán menos o les servirá de publicidad el préstamo como cuando una fábrica regala muestras de sus productos?
Pero, sobre todo: ¿Se quiere fomentar la lectura? ¿Europa prefiere autores más ricos pero menos leídos? No entiendo a esa Europa mercantil. Personalmente prefiero que me lean y soy yo quien se siente deudor con la labor bibliotecaria en la difusión de mi obra.

Sépanlo quienes, sin preguntarme, pretenden defender mis intereses de autor cargándose a las bibliotecas. He firmado en contra de esa medida en diferentes ocasiones y me uno nuevamente a la campaña.

José Luis Sampedro

sábado, 15 de noviembre de 2008

La música puede salvarte la vida


Pues así es, pero no todas las músicas o todas las canciones tienen ese privilegio, hay una en concreto que destaca sobre las demás y esa es: Stayin´ alive, el famoso tema discotequero de los Bee Gees que arrasó en su momento en todas las discotecas a través de la banda sonora de la película: Fiebre del sábado noche.

No quiero decir con este título que esta canción te pueda salvar la vida por ser muy animada y conseguir que cambies de forma de pensar en un día otoñal, me refiero a que literalmente te puede salvar la vida si sigues su ritmo y tratas de hacer una reanimación cardiorrespiratoria, y es que por lo visto, según un estudio de la Universidad de Illinois se ha comprobado que los médicos y estudiantes que escuchaban el tema realizaban el número adecuado de compresiones para reanimar a una persona con parada cardiorrespiratoria, ni más ni menos que 103.

Habrá que llevar siempre este tema en el reproductor mp3 porque nunca se sabe cuando necesitaremos seguir manteniéndonos vivos como Tony Manero:

[...]Life goin nowhere. Somebody help me.
Somebody help me, yeah!

Life goin nowhere. Somebody help me.

Somebody help me, yeah! stayin alive.



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jueves, 15 de mayo de 2008

¡Despierta tu vida!

No debemos rendirnos a la deshumanización. No sé nada de ti, pero me importa lo que está pasando en este mundo.

¡Me importa la estructura!

¡Me importan los sistemas de control, esos que controlan mi vida y que buscan un control cada vez mayor!

¡QUIERO LIBERTAD!

¡Eso es lo que quiero! ¡Y eso es lo que deberíais querer todos!

Es la hora de que cada uno de nosotros nos desatemos y enterremos la codicia, el odio, la envidia y, sí, nuestras inseguridades... Porque ese es el fundamento del funcionamiento del control… hacernos sentir patéticos, pequeños… para que voluntariamente renunciemos a nuestra soberanía, nuestra libertad, nuestro destino. Tenemos que darnos cuenta de que nos condicionan a escala masiva.

¡Empecemos a retar a este estado corporativo de esclavitud!

¡El siglo XXI será un nuevo siglo, no un siglo de esclavitud, no un siglo de mentiras, de asuntos insignificantes… y de clasismo y estado y todo el resto de modos de control! ¡Va a ser una era de una humanidad… defendiendo algo puro y correcto!

Qué montón de basura... liberal, demócrata, conservador, republicano... Todo eso existe para controlarte. Las dos caras de una misma moneda. ¡Dos equipos de administradores luchando por el control! ¡El puesto más alto en la Corporación Esclavitud!

¡La verdad está ahí delante de ti, pero nos sirven un buffet de mentiras! ¡Me pongo enfermo, y no voy a coger ni una migaja del pastel! ¿Me escucháis? La Resistencia no es inútil. Vamos a ganar. ¡La raza humana es demasiado buena! ¡No somos una panda de fracasados! ¡Vamos a luchar y a ser seres humanos!

Nos vamos a hacer cargo de las cosas reales, las que importan de verdad: ¡La creatividad y el espíritu dinámico que rechaza rendirse!

Bueno, eso es todo lo que tenía que decir. Ahora la pelota está en tu tejado.

Extracto de Waking Life de Richard Linklater