Pues eso, parece que hemos caído en otra época de esas de volver a escuchar los Smiths y justo cuando acaba de entrar el otoño, también es mala suerte. Odio a Morrisey, pero en cierto modo es el único capaz de tranquilizar este maldito sentimiento que tengo estos días. Sentimiento encontrado y confuso que se podría resumir con una frase: esa luz nunca se apagará.
3 comentarios:
o_O
Keats y Yeats están de tu parte.
Pero tú pierdes, porque Wilde está de la mía.
Parafraseando a Morrisey te diré:
why can't they be on mine?
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