Pues sino recuerdo mal, desde la última vez que pude sentir en mis manos el agua convertida en nieve habían pasado unos quince años. Estas navidades tuvimos la suerte de poder pasarlas entre una chimenea y un camino nevado.
Quién también estuvo aislado del mundo y disfrutando de los paisajes nevados es mi amigo Bruxo que nos deja en su blog unas estampas espectaculares de estos días. Os lo recomiendo.
4 comentarios:
Ha sido genial todo, las navidades, las fotos, las risas, Alarguito,las guerras en la nieve, la madera... y el calor de la chimenea...
Solo me queda por decir: O DEMO MAIOR!
Es preciosa esta foto
:)
He tenido la sensación de tener mis pies metidos en la nieve por un momento
A nieve é bonita.
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