El post de hoy quiero dedicárselo a uno de mis cantantes favoritos. Hace un par de años un amigo que tiene la costumbre de quedarse con mis mejores discos, pero que a veces me pasa algunos increíbles, me dejó tres discos de Johnny Hartman.
Sufrí un enorme impacto cuando escuché su voz, dulce, tersa, impoluta, pero con una profundidad poco habitual. En ciertos rasgos parecida a la de Frank Sinatra aunque con una caída mucho más oscura y un deje en ocasiones muy blusero. Más sorpresa fue descubrir que era un crooner negro, algo no muy habitual, sobre todo en los años 50 en los Estados Unidos, ya que las baladas románticas que él cantaba iban destinadas a un público blanco y de cierto nivel económico. Esto le trajo múltiples problemas a la largo de su carrera debido al racismo que se daba en aquella época sobre todo en el Sur del país.
John Maurice Hartman nació en 1923 en Chicago comenzó a cantar pronto en los servicios especiales de la armada, además de estudiar música en el colegio. Hizo su debut profesional a medidados de los 40 actuando con el pianista Earl Hines y grabando sus primeras piezas para Regent/Savoy. En el 47 la banda se rompió y Hartman estuvo dos años con la Big Band de Dizzie Gillespie.
En el año 56 comienza su carrera en solitario con el disco Songs From the Heart pero será en el año 63 cuando alcance la cumbre con John Coltrane and Johny Hartman el disco que le permitió entrar en la historia del jazz con una maravillosa versión de Lush Life. Ese mismo año graba otro de sus mejores discos I just dropped by to say hello ambos con el sello Impulse!
Su carrera se mantendría a base de estándares de jazz y blues y baladas románticas que grabó en discos para ABC, Perception y Blue Note.
Johnny Hartman murió el 15 de septiembre de 1983 en la ciudad de Nueva York. Entrando en el año 1986 a formar parte de la Big Band and Jazz Hall of Fame.
Muy recomendado para escuchar a cualquier hora del día en sus diferentes tendencias, pero sobre todo para la noche de un viernes otoñal en el que nunca está de más darse un baile con tu pareja o si estás sol@ disfrutar de una velada melancólica y tranquila.
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2 comentarios:
Qué suerte de baile! abrazos, besos, el calor de los cuerpos y esa suave, dulce, sensual melodía recorriéndote... que alguien pare el tiempo porfaaaaaaaaaaaaaa
Precisamente es lo que hacen los protagonistas,en sus breves aunque intensas veladas al atardecer y anochecer de Madison,en "Los puentes de Madisón"....
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